La electrofusión es una técnica de soldadura que se utiliza para unir tubos y accesorios de polietileno de alta densidad (HDPE), mediante el uso de un equipo de fusión especializado que aplica calor y presión controlada. Esta técnica ha sido ampliamente adoptada en la industria de las tuberías, ya que permite crear uniones resistentes y duraderas, que ofrecen una alta resistencia a la corrosión, a los productos químicos y a la abrasión.
La electrofusión se lleva a cabo mediante el uso de un dispositivo llamado electrofusor, que consta de dos partes principales: un adaptador y una unidad de control. El adaptador se utiliza para sujetar los tubos o accesorios que se van a unir, mientras que la unidad de control se encarga de suministrar el calor y la presión necesarios para realizar la fusión.
El proceso de electrofusión comienza con la limpieza y el raspado de las superficies de los tubos o accesorios que se van a unir, con el fin de eliminar cualquier residuo o impureza que pudiera afectar la calidad de la unión. A continuación, se inserta el adaptador del electrofusor en el extremo de cada tubo o accesorio, asegurándose de que esté completamente insertado y centrado.
Una vez que los tubos o accesorios están sujetos al adaptador, se conecta el electrofusor a la unidad de control, que se encarga de suministrar la energía eléctrica necesaria para generar calor en el adaptador. El calor generado por el electrofusor se transfiere al material de los tubos o accesorios, lo que provoca que se funda y se suelde.
El proceso de fusión se lleva a cabo bajo una presión controlada, que se aplica mediante el uso de un mecanismo hidráulico o mecánico. La presión se mantiene constante durante un tiempo determinado, que depende del diámetro de los tubos o accesorios que se van a unir y de la temperatura ambiente. Este tiempo de fusión se puede ajustar según las especificaciones del fabricante del electrofusor.
Una vez que se ha completado el tiempo de fusión, se desconecta el electrofusor de la unidad de control y se deja enfriar la unión. Durante el proceso de enfriamiento, el material fundido se solidifica y forma una unión fuerte y duradera entre los tubos o accesorios. La calidad de la unión se verifica mediante la inspección visual y mediante pruebas de presión hidrostática.
La electrofusión se utiliza en una amplia variedad de aplicaciones, como en sistemas de tuberías para la distribución de agua potable y de gas, en redes de saneamiento, en instalaciones de calefacción y refrigeración, en sistemas de irrigación, entre otros. Las ventajas de la electrofusión incluyen una alta resistencia a la corrosión, a los productos químicos y a la abrasión, una instalación rápida y sencilla, y una larga vida útil. Además, la electrofusión es una técnica de soldadura segura y confiable, ya que no utiliza llama abierta ni materiales inflamables, lo que reduce el riesgo de incendios y explosiones
